La aparición de cada especie en la naturaleza implica la aparición de cambios sutiles o notables en esta, tanto cambios físicos como cambios biológicos, algunas veces de alcance local, regional o global. Pero la aparición del Ser Humano sobre el planeta y su propagación y control de toda la faz del mismo implico cambios muchos más profundos sobre el medioambiente debido a la naturaleza creadora y dominante del mismo.
Naturaleza que se caracteriza y se evidencia cada día más mediante el uso de la tecnología, en todas sus formas, tanto industrial como informática, la cual cada día es usada de forma más intensiva para generar más desarrollo y confort, pero a un costo que genera un impacto medioambiental cada día más creciente.
Hoy en día, para muchos científicos y académicos, está cada vez más claro que el impacto ambiental de la tecnología humana hasta nuestros días sobre el planeta ha hecho que el mismo, entre en una nueva época geológica, que algunos suelen llamar como "Antropoceno". Época que suelen describir como el periodo en el cual la huella del paso y dominio del hombre sobre el planeta ha causado una transformación evidente, profunda e irreversible.
Sin embargo, recientemente la Comisión Internacional de Estratigrafía (CIE) ha votado de forma casi unánime a favor de reconocer el inicio del "Antropoceno", el inicio de una nueva época geológica asociada con la actividad humana, es decir, una época geológica en la que la actividad del hombre ha alterado radicalmente la faz, la fauna y la atmósfera de la Tierra.
Y por ahora solo debaten el establecer su inicio. Inicio que probablemente sea establecido a mediados del siglo XX, cuando la población humana empezó su rápido crecimiento, aceleró el ritmo de su producción industrial, y masifico el uso de productos químicos agrícolas, industriales y tecnológico. Mientras que, al mismo tiempo, realizaba sus primeros ensayos y ataques nucleares que evidentemente contaminaron el planeta con residuos radiactivos que se hicieron parte del registro geológico.
La época anterior a está conocida oficialmente como "Holoceno", en las cuales el hombre apareció se caracterizó por que las sociedades humanas se desarrollaban de forma más armónica con el medioambiente, debido a que las mismas avanzaban o progresaban por medio del cultivo artesanal y la domesticación gradual de otras especies vivas, para así incrementar su necesaria producción de alimentos, y posibilitar la construcción de sus primeros asentamientos urbanos con un uso óptimo o ha menores escalas de los recursos naturales (hídricos, minerales y energéticos) del planeta.
Pero una vez que el Hombre, ya se había expandido a escala global y en un número bastante descomunal, y empezó su revolución industrial y luego su actual revolución tecnológica digital o informática, el "Antropoceno" empezó a hacerse evidente debido a las huellas dejadas por los rápidos cambios medioambientales provocados no solo por el aumento exponencial de la población humana sino por el aumento del consumo necesario para mantenerla cada día mejor, mediante un uso progresivo y cada vez más intensivo de la tecnología disponible y nueva, sobre todo después de la segunda mitad del siglo XX.
Y debido a esto, es que se puede decir que el "Antropoceno", es la era del cambio global, ya que es en está que los efectos de la actividad humana en el planeta, del uso de su tecnología y su desarrollo descontrolado, dejaron ver sus consecuencias. Consecuencias que marcaron a escala global el cambio climático, debido a las afectaciones ambientales sin precedentes ocurridas en la historia geológica de la Tierra.
Tecnología y Medioambiente
El uso de la tecnología por parte del hombre o cualquier otra especie sobre este u otro planeta, puede tener 2 evidentes escenarios. El primero, uno con un crecimiento progresivo y ordenado que permitiría a todos los miembros de dicha especie disfrutar de la abundancia de los recursos disponibles y de altas expectativas de calidad de vida, bajo un uso y cuidado racional del medioambiente. Y el segundo, uno con un crecimiento inestable y descontrolado que lleve a la degradación y declive de la propia especie, las circundantes, el medioambiente y sus recursos, hasta el agotamiento y su desaparición total.
El Hombre al parecer se encuentra a medio camino entre los 2 escenarios, un poco más del segundo que del primero. La Humanidad debe reconocer que el uso e impacto de las tecnologías creadas por ella ha creado problemas muy graves debido a aplicación incorrecta, inapropiada, irresponsable y hasta en ciertos casos hasta egoísta con respecto a la existencia y derecho de las demás especies vivas del planeta.
Posiblemente la responsabilidad o culpa no sea de la tecnología como tal, sino más bien de quienes la crean o usan, bajo la óptica de un afán desmedido o desproporcionado de comodidad, lucro y/o poder, sin la menor consideración u análisis previo responsable de las consecuencias ecológicas, medioambientales, sociales y humanas que su aplicación y mal uso puedan ocasionar.
Es un hecho realmente lamentable y preocupante, que el espectacular desarrollo de la ciencia y tecnología humana, haya hecho que el hombre se haya sentido y vuelto el dueño absoluto de la naturaleza, y en consecuencia haya procedido a su dominación y explotación irresponsable.
El poderío tecnológico del hombre está provocando consecuencias de carácter imprevisible o incuantificables, que pueden llegar incluso a afectar seriamente su propia existencia. Por eso, la raza humana se encuentra en un momento en el que debe sopesar o replantear su relación Hombre/Naturaleza, sobre la base de un mejor coexistencia, armonía y reciprocidad.
Tecnologías del Siglo 21 y su impacto medioambiental
Hoy en día, la sociedad humana en la que vivimos tiene vinculado su desarrollo social al progreso tecnológico proveniente del desarrollo de la actividad industrial y comercial. Desarrollo que, a su vez, por la forma en la que es implementado genera ciertos problemas medio-ambientales de distintos grados, los cuales muchas veces se originan por el uso desmedido y creciente de las fuentes de energía existentes.
Las actuales tecnologías del siglo 21 que mayormente afectan al medioambiente, sobre todo por su elevado consumo energético suelen estar relacionadas con el área de la computación y el área de las telecomunicaciones. Y entre ellas vale la pena mencionar a las siguientes:
Computación
Supercomputación
Está área de la tecnología es la que se encarga del uso de los grandes ordenadores y centros de datos para enfocar su gran poder de computo (potencia de cálculo) en el análisis de cantidades asombrosas de datos para encontrar soluciones a algunos de los grandes retos de la humanidad, tanto científicos, como tecnológicos, económicos, sociales y hasta militares.
La supercomputación, también conocida como computación de alto rendimiento, permite que los científicos, ingenieros y tecnólogos puedan realizar sus experimentos o desarrollos en diversos campos del conocimiento humano dentro de una simulación informática o proceso computacional intensivo. El área de la supercomputación suele abarcar o integrar las nuevas áreas de tecnología digital o informática, tales como: la Computación Cuántica, la Inteligencia Artificial, el Big Data, y el Internet de las Cosas.
El uso de estos grandes ordenadores y/o centro de datos facilitan la realización de las pruebas de dichos experimentos o desarrollos bajo condiciones simuladas y controladas, que en el mundo real serían extremadamente onerosas o peligrosas, pero que de ser exitosas pueden ayudar a curar o mitigar enfermedades graves o incurables, resolver problemas climáticos existentes o futuros, hacer frente a crisis humanitarias relacionadas con la escasez de recursos naturales o no, renovables o no. O simplemente mejorar la calidad de vida global de la humanidad mediante el sostenimiento de nuevos niveles de confort y desarrollo de las tecnologías necesarias para eso.
Sin embargo, la supercomputación, es decir, el uso de superordenadores e inmensos centros de datos a ser usados en campos tan importantes como el uso diario de Internet y las Comunicaciones, o la ciencia médica, climática, geológica o empresarial, deja a la humanidad con el gran reto de afrontar al mismo tiempo que la usa, un problema que ella misma crea. El cual, no es otro que su enorme consumo energético, tan necesario para mantener en la adecuada temperatura todos sus componentes e infraestructuras asociadas a pleno funcionamiento las 24 horas del día y los siete días de la semana.
Lo que nos deja con la importante interrogante de:
"¿Qué tan pertinente o adecuada es la solución de algún problema de la Humanidad o el Planeta cuando está crea otros nuevos?"
La supercomputación o cualquier tecnología en sí no es mala, sino es la forma en la que la misma es implementada, las cuales muchas veces se realizan bajo una óptica meramente mercantilista o irresponsable. En el caso de la supercomputación que tiene un enorme impacto medioambiental causado por su alto consumo energético, podemos poner 2 ejemplos recientes que evidencien lo tremendamente costoso que es el mismo no solo desde el punto de vista medioambiental sino económico.
En España se encuentra el Centro de Supercomputación de Barcelona (CSB), centro pionero de la supercomputación en España desde el 2005, que es considerada la instalación tecnológica más verde de Europa. El CSB desde un primer momento se erigió como un buen ejemplo de eficiencia energética con respecto al uso del superordenador "MareNostrum 4". Y el cual a su vez fue mejorado en el 2017 para cumplir con los mejores estándares de eficiencia energética de ese momento. Logrando para principios de este año (2019) consumir con sus instalaciones alrededor de 1,7 megavatios a un costo aproximado de 1,5 millones de euros.
Pero, además el BSC ya tiene previsto para el año 2021 un nuevo superordenador a hospedar muy cerca del actual, en una planta subterránea con una capacidad de 1.000 metros cuadrados, para aproximadamente el año entrante (2020) poner en funcionamiento dicho equipo. Lo cual hará incrementar el consumo total en 12 megavatios con su respectivo aumento en su coste financiero y su impacto medioambiental. Ya que más energía a consumir significa que se debe producir localmente más electricidad, la cual por lo general no es de origen renovable, sino que proviene del consumo de combustibles fósiles, lo cual aumenta los efectos del impacto medioambiental general.
En países menos desarrollados tecnológicamente o económicamente más deprimidos, el uso de la supercomputación es prohibitivo, restrictivo o prácticamente inexistente debido a los altos costos financieros acarreados por el consumo energético, muy a pesar de que a veces, los mismos cuenten con más fuentes energéticas renovables, económicas o subsidiadas.
En este caso tenemos a Brasil, quien para el 2016, ya contaba con un superordenador capaz de realizar mil billones de operaciones matemáticas por segundo, siendo el más potente de América Latina para su época. Ubicado en Laboratorio Nacional de Computación Científica (LNCC) en Petrópolis, ciudad imperial del estado de Río de Janeiro, y llamado "Santos Dumont", en honor al inventor e ingeniero brasileño, pionero de la aviación, y aún costo cercano de US$18 millones en Francia.
Pero que, desde el principio no ha podido usar a plena capacidad, ya que consume demasiada energía. Aún a pesar de las vastas y económicas fuentes de energías con las que cuenta dicho país. El Santos Dumont tiene una capacidad de procesamiento de 1,1 petaflops y figura en la lista de los 500 mejores superordenadores del mundo. Poder de cómputo que dicho país espera usar para impulsar su sector de investigación y así aumentar su desarrollo científico y tecnológico nacional.
Sin embargo, el mismo hasta hoy día ha estado funcionando a su mínima capacidad y con el menor uso posible para evitar los riesgos que conllevan el mantenerla apagada por completo, y evitar los altos costos de usarla, los cuales se estiman en alrededor de US$150.000 dólares mensuales a pleno funcionamiento, pese a que tiene tecnología avanzada de eficiencia energética.
Minería Digital
La Minería Digital no entra en el segmento de la supercomputación ya que para la misma no suelen emplearse superordenadores, aunque si suelen implementarse grandes centros de datos de minería digital. Pero, aun así la concentración de cientos o miles de equipos de cómputo de mediano u alto rendimiento, tanto en una zona geográfica pequeña como en un centro de datos centralizado acarrea un alto impacto medioambiental por su elevado consumo energético, el cual muchas veces es desmedido e irresponsable por parte de sus dueños, ya que la misma suele darse sin la aprobación o supervisión de los Estados o Gobiernos, en muchas zonas del planeta.
Además, se ha comprobado científicamente que los costes energéticos asociados al hecho de crear criptomonedas igualan o incluso exceden a los gastos asociados a la extracción de los metales utilizados para la creación de las monedas físicas, es decir, el Dinero Fiat físico. Ver estudio realizado por el científico e ingeniero ambiental Max Krause, del Oak Ridge Institute for Science and Education de Cincinnati, en Ohio, Estados Unidos.
En dicho estudio, entre otras cosas se llegó a la conclusión de que:
"El promedio de energía consumida para generar el valor de un dólar estadounidense en las criptomonedas Bitcoin, Ethereum, Litecoin y Monero entre el 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de 2018 es similar al gasto de extraer los metales necesarios para confeccionar el mismo dólar en este formato.
Y que, en consecuencia:
"La actividad energética para confeccionar criptomonedas durante el periodo estudiado generó entre 3 y 15 millones de toneladas de emisiones de CO2, unas cifras que se espera que aumenten a medida que más personas utilicen este tipo de productos financieros".
Pero a pesar de todo esto, es decir, de los costos financieros, energéticos y ecológicos crecientes asociados al mantenimiento de la tecnología y del ecosistema de las criptomonedas, muchas personas alrededor del mundo consideran que este consumo de energía con su respectivo impacto medioambiental merece la pena, ya que el propósito de estas suele ser la creación y sostenimiento de una nueva y mejorada estructura financiera mundial libre de la intervención de gobiernos y bancos.
Telecomunicaciones
Redes 5G
Al igual que con la industria de las redes eléctricas, desde el inicio de su aparición, las redes de comunicaciones han sido vistas como una posible y real fuente de contaminación ambiental, tanto por su impacto físico medioambiental causado directamente por sus extensas e innumerables infraestructuras como por sus emisiones electromagnéticas y los efectos de estas sobre los seres vivos.
Sin embargo, hoy en día, la humanidad se encuentra rodeada de diversas fuentes de campos electromagnéticos, como lo son: los teléfonos móviles o inalámbricos, el wifi, las antenas de telefonía, las líneas transporte eléctrico, los transformadores de la red eléctrica y la amplia gama de electrodomésticos de nuestros hogares.
Y mucho ha sido el debate dado hasta hoy sobre los efectos de las emisiones electromagnéticas de la industria de las telecomunicaciones, tanto a nivel de sus torres o celdas, como a nivel de sus dispositivos móviles o portátiles. Pero ahora que la tecnología 4G se apodera del mundo y ya se habla de las primeras apariciones de la tecnología 5G, los temores avanzan a pesar de los beneficios que las mismas derrochan para que el público o las sociedades no opongan mayores resistencias a su implementación.
En el caso específico de la tecnología 5G, que requiere de una mayor implementación o densidad de instalación de celdas y de dispositivos conectados, a velocidades de transmisiones mucho mayores, crece el temor de que estas puedan incrementar los casos de "Hipersensibilidad electromagnética" o de casos como cáncer, estrés celular, radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos, entre otros.
Aunque en el caso del área de la computación (supercomputación y minería digital) no se ha encontrado una fuerte resistencia por parte de los pueblos para su implementación debido a su posible impacto medioambiental o efectos sobre la salud, en el caso del área de las telecomunicaciones no ha sido igual. En las Telecomunicaciones si se han dado muchos casos de reclamaciones, demandas o como mínimo exigencia de la aplicación del "Principio de precaución" sobre organismos como la "Organización Mundial de la Salud (OMS)" y la "Organización de las Naciones Unidas (ONU)" para que se creen comités de expertos independientes que estudien los posibles efectos y soluciones de dichas tecnologías sobre la salud humana.
Un buen ejemplo de estas reclamaciones de los pueblos y sociedades, dio fruto cuando el Parlamento Europeo en 2009 y el Consejo de Europa en 2011 solicitaron la aplicación del principio de precaución en sendas resoluciones sobre el tema de los efectos de la contaminación electromagnética sobre los ciudadanos, y realizo recomendaciones sobre la aplicación de las tecnologías que emanen radiaciones electromagnéticas.
Pero apartando el tema del aumento de contaminación electromagnética, se estima que la tecnología 5G aumente el consumo total de energía de las redes donde sea implementada hasta promedios de un 150-170% para el año 2026. Lo cual como ya se ha explicado demandará más generación de energía de fuentes renovables o no, con su respectivo impacto medioambiental.
Por efectos como los antes mencionados, tanto en el área de la supercomputación como en la minería digital o las telecomunicaciones se lleva tiempo experimentado para dar con una forma en la que la energía que se necesita para dichos procesos y equipos involucrados se pueda utilizar de una manera mucho más eficiente, para no solo disminuir la preocupación por el efecto que podría tener el uso de toda esta electricidad en el calentamiento global, sino para realmente disminuir el uso de las mismas y así contribuir a esta noble causa de salvar el planeta, a las demás especies vivas y a nosotros mismos fundamentalmente.
Conclusión
El actual desarrollo de la actividad industrial y comercial mediante el uso de existentes y nuevas tecnologías, sobre todo las del ámbito digital (Computación y Telecomunicaciones) muchas veces acarrea directamente la explotación desproporcionada de los recursos naturales renovables y no renovables, sobre todo de las fuentes de energía.
Y esto sumado al desarrollo urbano descontrolado de los pueblos, genera un inevitable e innegable negativo impacto medioambiental global, sobre los ecosistemas locales y regionales, a un nivel tal de gravedad que amerita que el Ser Humano se replantee seriamente las relaciones que la humanidad mantiene con el medioambiente para así asegurar no solo su propia existencia sino la de todas las especies vivas del planeta y el planeta mismo.
Si este artículo sobre el medio ambiente te ha gustado, no dudes en leer otros 2 anteriores relacionados con la temática medioambiental, llamados Geoingeniería: Tecnología y Medioambiente. ¿Hackear al Planeta? y Software Libre y Medioambiente: ¡Una relación beneficiosa para todos!
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